sábado, 2 de enero de 2016

Una hermosa mujer

Sabía que encontrar a Marc sería un desafío, él podría ser cualquier persona en cualquier lugar, así que asumí que tendría que comenzar por el momento en que dejo de ser Brad.

- Disculpe señor ¿podría hacerle una pregunta? - me dirigí al recepcionista del hotel donde me hospedaba, él cual debía de tener más de cincuenta años - ¿señor? - insistí ante su notorio desinterés y él levantó la vista molesto porque lo había interrumpido mientras resolvía un crucigrama.
- ¿En que lo puedo ayudar? - dijo con una forzada cortesía al notar que yo era un hombre de dinero, él no me había visto antes con este personaje así que asumió que pediría una habitación, aunque le extrañaba que huera elegido ese lugar.
- Me preguntaba si aun puedo encontrar aquí a un joven llamado Brad - pregunte y él hombre me miro inexpresivo, habíamos escogido aquel lugar precisamente porque no se llevaba un muy buen manejo de los huéspedes - quizá lo recuerde mejor con esto - comente sacando un par de billetes y dejándolos en la barra, él hombre tomo el dinero, lo guardo en la bolsa izquierda de su pantalón y tomo el libro de registro.
- ¿cómo dijo que se llamaba su amigo? pregunto con voz cansada.
- Brad - le repetí - Es un joven que estudia la sordera ¿lo recuerda? - pregunte mientras él hombre giraba lentamente las paginas buscando con el dedo índice el nombre, pero lo hacía tan lento que sentí deseos de arrebatarle la libreta y buscarlo yo mismo.
- Lo siento joven, no ha estado aquí ningún Grant - contesto encogiéndose de hombros.
- No Grant, Brad - dije negando con la cabeza exasperado - permítame buscarlo - dije tomando la libreta, el hombre se sentó nuevamente y siguió contestando su crucigrama, yo volví la a la ultima pagina del registro, Vincent era el ultimo nombre que aparecía en la lista aquí nadie apuntaba apellidos, solo nombres o incluso apodos, vi la fecha, habían pasado casi tres meses desde que me había ido de aquel lugar, así que busque entre las hojas la fecha de aquel entonces, hasta que lo encontré... 'Brad' leí en mi mente, recorrí el renglón pero no encontré fecha de salida, estaba vacío el renglón, maldije para mi, seguí buscando, esta vez busque el número de su habitación quería saber quien había sido la última persona en ocuparla... pero no encontré ningún registro con ese número, eso no tenía sentido, Vincent había dicho que la habitación estaba pagada hasta hoy. Deje la libreta y salí del lugar, Vincent había ido a deshacerse de mi ropa anterior, nos encontraríamos en la plaza al medio día, conocía el lugar así que fui por un café a un lugar cercano y me dedique a esperar.

- ¿le importaría? - Pegunto una joven refiriéndose a sentarse conmigo, tenía su mano posada sobre la silla.
- en lo absoluto - dije levantándome para ayudarla a sentarse.
- usted siempre tan cortes - comento la joven mientras se sentaba nuevamente, sentí una alegría inmensa al escuchar sus palabas, Marc había llegado al límite de las personificaciones, ni siquiera yo lo había reconocido, sentí un enorme deseo de abrazarlo pero me contuve porque estábamos en público.
- ¿les sirvo algo? - le pregunto una mesera al notar su llegada.
- solo un té por favor - le contesto ella, la mesera asintió y se retiro.
- ¿dónde te habías metido? - me pregunto la joven.
- estuve esperándote todo este tiempo - le conteste complacido y ella rio con una risita de los mas coqueta.
- ¿esperándome? no cariño, me confundes - contesto con desdén.
- aquí tiene - la interrumpió la mesera trayendo su bebida, ella le agradeció y bebió un sorbo antes de continuar -  ¿por dónde empezare? - se pregunto a sí misma mirando hacia arriba recargada en la silla - por William, iniciare por William - dijo mirándome a mí, al traje y luego a mí repetitivamente. 'Mi traje' pensé, pero este traje me lo había dado Vincent.
- ¿Que hay con él? -pregunte y ella sorbió otro trago satisfecha, le acababa de confirmar que conocía a William, entonces me di cuenta de que ella no era Marc.
- No trates de engañarme William ¿por quién me tomas? ¿una novata? - pregunto encantada de no serlo, tenía que procesar toda esa información rápidamente, para ganar tiempo tome y saboree un poco del café que tenia servido mientras ubicaba mis ideas.

Para empezar ella no era Marc, ella creía que yo era William y por alguna razón parecía que tenia asuntos pendientes con él... pero no pude seguir con mis indagaciones por mucho tiempo.

-Tengo la información que me pediste ¿porque te interesa tanto ese chico William? - esboce una media sonrisa, William dando explicaciones, él siempre guarda algo para sí, ella sonrió también - no sé en qué te estás metiendo, pero será mejor que te andes con cuidado, el precio de tu cabeza se ha triplicado... ahora mismo es muy tentador - dijo con una letal voz seductora, esta mujer era hermosa refinada y sin lugar a duda peligrosa, tendría que irme con cuidado.
- Dame la información - le ordene con un tono cortes, ella bebió otro sorbo, yo asumí que ella no sabía del don de William y que me lo diría de viva voz.

- Sabes William una mujer tiene necesidades - dijo extendiendo un paquete de serillos por la mesa - deberías visitarme esta noche - dijo seductoramente mientras se levantaba de la mesa, me guiño un ojo y se fue contoneándose al caminar, la caja de serillos era de un hotel y tenía un numero escrito en el, asumí que era el numero de su habitación. Termine de un sorbo el café, deje la cuenta en la mesa y me dirigí a la plaza.

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