La
primera vez que personifique a María de Correche había sido un periodo muy
breve, Marc me había convencido diciendo que se haría pasar por mi esposo para
que ningún hombre me molestara, yo quería que esa mujer fuera muy distinta a
las otras, pero para ello teníamos que venir de un lugar muy lejano, un lugar
del que pocos hubieran escuchado hablar, así que decidí usar un lugar de por
los limites de las tierras conquistadas, me decidí por Correnche, así fue como
Marc y yo nos convertimos en los esposos de Corranche, una familia que se
dirigía a la capital, use un nombre común, María, la idea era que quienes me
conocieran me olvidaran pronto, pero no tuve gran éxito, me di a conocer por
sacar de los cabales a mi esposo, hacer mi voluntad, fumar y una serie de cosas
más.
Una
noche caminaba por la calle, había ido a comprar una cajetilla de cigarrillos, había
tenido otra pelea con mi esposo, no recuerdo la razón, peleábamos por todo y
todo el tiempo, no muy lejos vi a un hombre desmayarse y corrí a su ayuda, el
hombre se levanto y me agradeció mientras yo abría mi paquete de cigarrillos,
saque mi encendedor y el hombre frente a mí se me abalanzo encima, mi encendedor
cayó al suelo y enfurecí, el hombre intento rasgar mi ropa tocándome por todas
partes y yo lo empuje, él me dio una cachetada y yo lo tome del cuello y luego
lo gire para golpearlo contra la pared, el hombre se rio.
-
me gustan rudas - dijo tocándome el trasero... esas fueron sus últimas
palabras...
Las
cosas cambiaron en un santiamén, un segundo estaba colérica y al siguiente mi cólera
se convirtió en angustia, había matado muchas veces antes... pero nunca así,
nunca había sentido el ultimo pulso de una persona, ni visto sus ojos cuando su
alma se apartaba de ellos, mire a mi alrededor, la calle estaba desierta y corrí,
corrí con Marc, pero cuando estuve frente a él puse la misma expresión que
tenía Vincent, me quede callada y no pude decirle lo que había pasado, contuve
el llanto, me dirigí al armario y tome uno de los trajes de Marc mientras él me
preguntaba insistentemente lo que ocurría, pero en esos momentos yo no podía
pensar en nada que no fuera esos ojos mirándome, me dirigí al baño, me desvestí
y me dispuse a bañarme, el agua estaba helada pero no me importo, deje el agua
correr sobre mi rostro y comencé a llorar...
No
sé cuánto tiempo paso, Marc había dejado de golpear la puerta queriendo entrar,
yo me seque y me puse el traje que había tomado, salí y lo vi sentado a un lado
de la puerta esperándome.
-
¡María se fue! - le grite azotando la perta al cerrarla, el intento hablar
conmigo pero lo corrí de la habitación, no quería que me tocara, cerré la
habitación y me hundí en las cobijas, durante algunos días no pude dormir, luego
tuve pesadillas, pero con el tiempo fui enterrando todo aquello en el pasado...
hasta ahora.
-
... sin importar lo que hayas hecho o lo que yo haya hecho para recordártelo...
discúlpame por favor - le pedí a Vincent aun mirando el techo, él sonrió y volteo
a verme, yo lo mire también.
-
me recuerdas mucho a mi hermana - comenzó Vincent - se llamaba Gretel, era mi
hermana mayor, yo la admiraba mucho, nuestra madre trabajaba día y noche así
que Gretel cuidaba de mí, gracias a ella tuve infancia muy feliz...- se quedo
en esa parte de la historia cuando su mandíbula se tenso de nuevo.
-
no tienes que decir nada - le dije y acaricie su cabello, él me recordaba mucho
a Marc justo ahora, ellos bien podían ser la misma persona, solo que con una
vida distinta.
-
cuando Gretel comenzó a notar que algo extraño ocurría conmigo hizo cuanto pudo
para ocultarlo pero yo solo era un niño, no comprendía porque ella se enojaba
tanto conmigo, comencé a creer que ya no me quería - la voz de Vincent se
quebraba mas conforme avanzaba en la historia - ella era como tú,
independiente, indomable, creía que podía resolverlo todo sola, por eso no se
le dijo a mi madre lo que ocurría - Vincent cerró los ojos volteando hacia el
techo nuevamente - yo veía a mi madre muy pocas veces, ella solo llegaba a
dormir, ella nunca supo lo que ocurría, cuando llego el tiempo de que fuera a
la escuela Gretel me llevo y nuestra madre jamás se entero, Gretel solo quería
protegerme, pero yo no lo sabía, ella me hizo jurar que no aria mas magia, como
ella lo llamaba aun cuando... aun cuando... - Vincent no pudo mas una lagrima corrió
por su rostro, yo lo abrace y él hizo su mejor esfuerzo para mantener la
compostura - cuando vinieron a buscarme
ella los engaño, les hizo creer que era ella a quien buscaban... y se la
llevaron, yo hui, pero cuando se enteraron que no era ella la mataron y fueron
por mí, me dijeron que también matarían a mi madre si no me quedaba con ellos,
y me quede con el único objetivo de ser algún día lo suficientemente poderoso
para destruirlos... - Vincent hizo una larga pausa antes de continuar - pero tú
sabes como son, las personas con las que me hicieron convivir no eran malas
personas, nunca supe quien dio la orden de asesinarla y después de un tiempo
deje los planes de venganza... hasta que me tope con William - al pronunciar su
nombre William abrió os ojos, luego volteo a verme y dijo - no dejare que te
hagan daño, lo prometo - y beso mi cabello, me abrazo y esta vez se lo permití
porque sentí que le hacía más falta a él que a mí
Me
quede en la habitación con Vincent, cuando comenzó a hacer frio nos cubrimos
bajo las cobijas, Vincent me mantuvo abrazada toda la noche como si temiera que
al soltarme me iría, aun así yo no pude dormir, temía tener pesadillas con esos
enormes ojos que hacia tanto no recordaba.
Cuando
Vincent despertó, noto que no había dormido, era evidente ya que tampoco había
dormido la noche anterior, mis ojos estaban rojos y ojerosos.
-
Te cantare la canción que me cantaba mi hermana para que puedas dormir - me dijo
antes de empezar a entonarla, 'No quiero dormir' pensé, pero Vincent era muy
frágil en este momento y esa era la canción de su hermana así que no dije nada
y sin querer me quede dormida.
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