viernes, 13 de marzo de 2015

Rescate

Esa noche soñé... No estoy segura de que soñé... Solo se que al despertar sentí la urgencia de buscar a grandulon, abrí los ojos aun con la respiración entre cortada y me levante bruscamente, dirigiendo me a la puerta sin basilar.

- ¿a donde vas? - pregunto Vincent con un claro tono de preocupación mientras se levantaba rápidamente para alcanzarme.
- voy por grandulon - conteste apenas volteanto a verlo y salí a toda prisa.
- Voy contigo - contesto saliendo detrás de mí.

Era una mañana fría, aun no llegaba el alba, la oscuridad hacia lucir al bosque tenebroso... Me encogí de hombros, baje la mirada y Vincent me abrazo, era como si su presencia me volviera frágil... Deteste esa idea y me aparte de su lado apretando el paso, él avanzó para abrirme paso y yo se lo permití. Cuando al fin llego el alba el cielo se adorno de hermosos colores bañando el bosque que íbamos dejando atrás con su hermosura.
- ¡Grandulon! - grito Vincent corriendo a la planicie, yo me había retrasado por observar el alba, pero al escucharlo corrí con él.

Al llegar al punto en el que él había gritado pude ver a grandulon, estaba desmayado dentro de una especie de cráter, había removido mucho la tierra, ya no se veía el pasto en ella, ahora solo eran hoyos y grietas era un paisaje desolador.

- ¡Tenemos que sacarlo! - Grito Vincent con desesperación mirando en todas direcciones, buscando algo que nos pudiera ayudar, pero no había nada así que corrí hacia ellos.

Apenas toque la planicie mis pies se hundieron en la tierra, costaba trabajo desplazarse en la tierra.

- Ve por ayuda - me ordeno Vincent.
- No hay tiempo - dije recobrando mi coraje habitual, Vincent acintio y entro al cráter.
La tierra era cada vez mas blanda, me hundía mas a cada paso así que me tomo mas tiempo del deseado alcanzarlos.
- Es muy pesado, no puedo levantarlo - se preocupo Vincent después de varios intentos fallidos
- Por suerte no somos personas comunes - lo anime entrando al cráter toma sus manos y levantarlo cuando yo te diga - le ordene colocando me en la espalda de grandulon que seguía sin reaccionar - ahora - le ordene levantando pesadamente la espalda de grandulon, hundí el rostro en esta y emití un prolongado vibrato con cuidado de no lastimar a grantulon, aumente la longitud de las hondas y logre sentar a grandulon, luego de eso levantarlo fue mas fácil, pero al no lograr que el mantuviera el equilibrio se le vino en sima a Vincent aplastándolo contra la pared.
- esto no esta funcionando - logro decir Vincent con dificultad.
- tenemos que hacer que reaccione - le conteste sin poder verlo detrás del corpulento cuerpo de grandulon.
- bien - contesto perdiendo el aliento, Vincent saco su mano derecha frotó sus dedos y palmeo a la espalda de grandulon, esta sufrió unas pequeñas convulsiones pero no reacciono así que Vincent repitió el procedimiento y grandulon reacciono gritando, cuando Vincent lo soltó Geandulon lo tomo entre sus manos por los hombros y lo levantó furioso.
- Espera grandulon, venimos a ayudarte - suplique a sus espaldas, Grandulon reacciono y bajo a Vincent, se toco la cabeza y miro hacia arriba.
- Esta muy alto - recordó Grandulon.
- ¿Cuánto llevas atrapado aquí hermano? - pregunto Vincent, Grandulo bajo la mano, lo miro y sólo also los hombros algo confundido, luego cerro los ojos y negó con la cabeza sintiéndose desorientado.
- Esta bien, ya llegamos, estas a salvo - lo consoló Vincent abrazándolo y palmeando su espalda.
- Espero que no les moleste que los haya alcanzado - Dijo Leo desde fuera del cráter - ¡vaya lío! - soplo al asomarse a vernos, salto dentro y prosiguió con toda tranquilidad - juntense todos por favor, contengan el aire, cierren los ojos e intenten no vomitar - ordeno en tono monótono e inexpresivo, todos nos abrazamos y cerramos los ojos.

Pronto escuchamos el silbido del viento, una fuerte ráfaga nos envolvió, me aferre a la espalda de Vincent y Grandulon con todas mis fuerzas, giramos velozmente y puse todo mi empeño en no volver el estomago, no podía sentir el suelo en mis pies y no pude evitar abrir los ojos con la intención de aliviar mis nauseas, pero solo logre empeorarlas, frente a mi no había mas que lineas difusas, voltee a ver a Vincent y Grandulon que permanecían con los ojos cerrados y tenían el seno fruncido, asumí que tenían tanta nauseas como yo y entonces tocamos tierra firme, la inercia nos hizo caer de lado, no pude contener me mas y vomite dándome tiempo a penas de girar me para hacerlo sobre mí, Vincent se acerco y acaricio mi espalda, yo me volvía débil junto a él, detestaba esa sensación.

- traeré la carretilla - dijo Leo alejándose.
- ¿estas bien? - pregunto Vincent dulcemente.
- no debí abrir los ojos - Le conteste poniéndome en pie, el me ofreció su pañuelo, yo lo acepte y me limpie con este.
- aquí esta - dijo Leo llegando con la carreta.
- ¿Cómo sabias que necesitaríamos una? - Le pregunte con desconfianza, había resultado muy conveniente ya que Grandulon estaba demasiado débil para caminar de regreso.
- Una simple deducción, como Vincent te cargo de regreso asumí que tendríamos que hacer lo mismo con él, pero dada la descripción física que me proporcionaron de él supuse que necesitaríamos llevarlo con otro medio.

A sentí aceptando su explicación, Grandulon entro en la carretilla y en el camino se quedo dormido, cuando llegamos Edi lo cobijo y lo dejamos dormir.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Familia

Cuando llegamos a la cabaña Edi estaba en el pórtico, esperando impaciente, al vernos salto de las escalinatas y nos apresuro.

- pasen, pasen - insistió Edi, yo no comprendí su reacción y volteé a ver a Vincent para saber si el sabia porque la urgencia, pero él no volteo a verme así que seguimos caminando y entramos.

Dentro estaba un hombre robusto comiendo carne, mi rostro se ilumino con una sonrisa.

- ¡Nos trajeron carne! - exclame sin disimulo y me lance al ataque pero antes de que pudiera probar nada Vincent me detuvo probó un volcado y luego asintió, entonces tome la carne entre mis manos y trague con gustó, la carne sabia mas sabrosa que nunca después de una prolongada dieta de manzanas.

Cuando terminamos de comer, mas de lo debido, nos quedamos centrados a la mesa e intuitivamente volteamos a ver a William.

- ¡ho! Claro, las presentaciones - comprendió William cuando la atención se centro en él - El es doce - dije aludiendo a este con la mano izquierda.
- ¡Mi nombre es Leo! - rugió este.
- Cierto, Leo, no le gusta que le llamen por su número - aclaro William.
- Mucho gusto Leo, mi nombre es Vincent, el pequeño es Edi y ella es atardecer - Nos presento Vincent.

Cuando escuche mi nombre sentí escalosfrios, no estaba acostumbrada a escucharlo, ni mucho menos que me presentaran por el mismo, me sentí terriblemente vulnerable e involuntariamente me acerque al hombro de Vincent y el me abrazo.

- Mucho gusto - dijimos Edi y yo.
- Bienvenido a la familia - dijo Vincent.

'Familia' pensé, recorrí la habitación con la mirada, Vi a Leo con semblante sereno agradeciéndole a Vuncent la bienvenida inclinando levemente la cabeza, a Edi sonriendo ampliamente con resto s de carne por toda la boca, a William inescrutable como de costumbre y finalmente levante el rostro para ver a Vincent con ese brillo en la mirada que transmite paz y confianza. Nos mire una vez mas, mi familia siempre había sido de solo tres miembros incluyéndome, pero ahora me daba cuenta que Vincent tenía razón, nosotros eramos una familia y eso me pareció... Simplemente perfecto.

Platicamos toda la tarde al rededor de la mesa y cuando llego la hora de dormir le cedí mi habitación, que en realidad era la habitación de grandulon, a Leo, Grandulon había Hecho una cama extra antes de irse a entrenar, esa cama estaba en la habitación de Edi, hubiese sido ahí donde se hubiera quedado Vincent pero le pedí que se la cediera a William y que se quedara conmigo en la sala, en la banca donde yo había recuperado la conciencia, Vincent no tuvo mayor problema, por alguna razón le gustaba cuidar me y q mí compensaba a gustarme que me cuidara, el se sentó, yo me acomode junto a él, repose la cabeza en sus piernas y Edi me cobijo.

- Buenas noches - susurré cerrando los ojos.
- Buenas noches - contestaron Edi y Vincent antes se dormir.

Sonreí en silencio con la idea de pertenecer a esta familia, nuestra familia de ocasos...

martes, 10 de marzo de 2015

Electricidad

Había salido a caminar un poco, quería despejarme, Vincent me había convencido, aunque no del todo, de esperar a Marc aquí, lo extrañaba mucho, me senté bajo la sombra de un árbol y me vestido se a bulto a mi alrededor, resongue por lo bajo, la ropa que había llevado a entrenar estaba desgarrada, en parte porque me había valido de partes de la misma para improvisar mis silenciadores, así que me habían dado ropa nueva... Ahora llevaba veatido... ¡vestido en medio del bosque! Era lo más ridículo que me ocurría, me sentía de lo más incomoda.
Ya llevaba rato ahí en silencio cuando escuche un pequeño tronido,  escudriñe el bosque con la mirada sin percibir  nada, me levante lentamente en silencio cuando note a Vincent caminando despreocupadamente con algo en la mano, entonces él volteo a verme y sonrió.

- ¿Qué haces ahí? ¿disfrutando la vista? - Me pregunto sonriendo mientras caminaba hacia él.
- ¿escuchaste eso? - le pregunte en voz baja.
- ¿que? - contesto también en voz baja mirando en todas direcciones.
- No se, un pequeño estruendo, fue un "crak" - susurré a su oído.
- ¡ha! Eso - pronuncio recuperando su tono normal - fui yo, acabo de recargar la pila de mi reloj - aclaró mostrándole su reloj de oro.

Intente recapitular en mi mente lo que William había dicho del reto de los Ocaso, pero no había prestado demasiada atención.

- Muestrame - le pedí mirándolo a él y a su reloj, él soltó una risita jacandosa y negó con la cabeza.
- No puedo - contesto poniéndose su reloj - ¿que te parece mejor esto? - frotó sus manos y las puso sobre el suelo, las hojas secas en este comenzaron a moverse hasta pegarse a sus manos, él se levanto con las palmas a la vista y yo Sonreí, eso parecía mas un truco de magia que un verdadero poder.
- Mira esto - Le dije haciendo seña de que me diera espacio.

Me acerque a un árbol y localice una manzana grande y jugosa y emití un breve vibrato, levante la mano y la manzana cayó sobre mi palma, volteé a verlo y mordí la manzana victoriosa él ensancho su sonrisa, dejo caer las hojas, luego frotó los pies contra el suelto con soltura y las hojas comenzaron a girar a su alrededor, luego abrió las palmas y las hojas regresaron a su sitio lentamente. Me lanzo una mirada que me incitaba a superarlo, sentí como la sangre recorría todo mi cuerpo ante su reto, pero él estaba muy cerca y no podía ser imprudente con mis dotes, además no necesitaba mucho para superarlo así que solo puse la manzana frente a mi boca, con poco menos de medio minuto la manzana se hizo añicos en mi mano.

- supera eso - le espete, Vincent giro su cadera moviendo el pie derecho hacia atrás, vida fuego en su mirada, levantó su puño derecho y lo dejo caer con fuerza contra la tierra...

- ¡alto! - grito William corriendo hacia nosotros, Vincent con esfuerzos pudo contenerse, ví los músculos de su brazo contraerse con sus bellos erizados - ¿que creen que hacen? - grito William fusioso -Si quieren entrenar lo harán en la planicie, donde las montañas los cubren - William se tomo un segundo para recuperar el aliento - Delataran nuestra posición - aseguro William, Vincent sacudió su mano derecha intentando destensarlo y camino hacia mí, me abrazo por los hombros y caminamos de regreso a la cabaña, no quisiera admitir que sentí miedo, pero esa fue la primera vez que vi a William enojado y la primera vez que agradecí que Vincent estuviera conmigo para protegerme.

viernes, 6 de marzo de 2015

William

-Es hora de comer- Me dijo Vincent dándome unas palmaditas en el hombro, yo bote su mano y me deshice de su abrazo.
-¿Manzanaz?- pregunte irritada cuando vida lo que me ofrecía con su mano izquierda ¿Qué no había otra cosa en este lugar?
-Come- Me pidió con dulcura. Yo mordí la manzana de mala gana pero de inmediato su delicioso jugo se exparcio por mi boca y me la termine sin apenas saborearla.
-¿Ya nos vas a contar que paso por allá? ¿Por qué llegaste en ese estado?- pregunto Edi con curiosidad al otro extremo del cuarto, él estaba centrado a la mesa comiendo, me pareció extraño verlo sin Grandulón, ellos siempre estaban juntos.
-Me exedi entrenando, eso es todo- Dije escurriendo saliva sin querer, me apresure a limpiarme con la mano y Vincent me acerco un trapo para limpiarme.
-¡Estoy bien!- Le exclame apartándolo de mí. Edi se rio.
-Te dije que cuando se diera cuenta de que ni eras Marc te aria a un lado- Dijo Edi con expresión burlona
- Lo cual estaría muy bien si no necesitará cuidados- Atajo Vincent acercándose a mí, pero yo lo rechace de nuevo.
- Solo espero que al grandulón le valla mejor- Comento Edi mirando el techo con algo de preocupación en su voz.
- ¡Espera! - Le ordene a Vincent dejando de forcejear con él -¿Comó que al grandulon? ¿Donde esta? - Quince saber de inmediato.
- Entrenando en la planicie - Contesto Edi como si fuera la cosa mas natural - Es su turno- concluyó.
-¡Su turno!- Me altere al escucharlo y me levante de un tirón, Vincent se apresuro a sosteneme y se lo permití porque mis fuerzas aun no regresaban del todo a mi cuerpo - ¿Quién decidió que era su turno?  - Exigí saber, pero lo entendí antes de que respondieran - ¿William? ¿Dónde esta William? - pregunte acusatoria.
- Buscando al resto de nosotros - Contesto Vincent cansadamente, como si estuviese harto de esa pregunta.
- ¿No les parece raro? - Escupi las palabras luchando por mantenerme en pie - Esto no esta bien, nada de esto esta bien por eso Marca no esta aquí... - arrastre las palabras al final, casi pensando para mí.
- Tranquila - susurro Vincent sentándome de nuevo a su lado y me abrazo de nuevo, yo arrugue los ojos pero no me resistí, finalmente comprendí al personaje de Lilia, me sentí igual de preocupada y necesitada como ella lucia. Resople audible.
- ¿y cuándo es tu turno? - le pregunte a Vincent mirandolo acoos ojos después de un prolongado silencio.
- Después de Edi - dijo señalándolo con el rostro. Volteé a verlo y él sonrió mostrando sus grandes dientes amarillos y saludo con sus dedos delgaduchos, yo acenti y le hice seña de acercarme otra manzana, después de todo estaba hambrienta.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Dos

Cuando desperté me estire y bostece, mire hacia el techo y luego hacia... Marc... Pero no era Marc...

Me levante de un tiro despertándolo con mi movimiento , pero el moverme tan rápido hizo que me mareara.

- tranquila, no te muevas, dijo abrazando me a su pecho, me separe, despacio esta vez.
- ¿quien eres tú?- le pregunte con voz cansada, debo admitir que tenia un gran parecido con Marc, lucia delgado y alto, pero sus facciones del rostro, su tes, su cabello, sus ojos... De alguna forma estuve segura de que él no era Marca.
-Mi nombre es Vincent, soy dos Me quede viéndolo extrañada, todos los demás no nos parecíamos ni un poco, pero él... Él bien podría ser un personaje de Marca. Me quede viendo sus ojos grises, nunca había visto ojos grises, su cabello negro cenizo, su tes clara... Me hacía dudar de su identidad que sus ojos eran mas pequeños, sus labios mas grandes y delgados... Eso era algo que no se podía simular... ¿o sí?
-¿Marc?- pregunte perdiendo las fuerzas nuevamente.
-Me has dicho así desde que llegaste, te encontré perdida algo lejos de aquí, por suerte para ti me habían mencionado que estabas entrenando, te traje y me confirmaron que eras tú, después no dejaste que me separara de ti.-  Dijo con una amplia sonrisa en los labios, como si aquello le hubiera hecho gracia.
-¿Dónde esta Marca?- Pregunte intentando levantarme sin éxito.
entrenando, quiere ser inmune a William, se ha empeñado en ello- comento con la misma sonrisa.
-Quieri verlo- Exigí.
aún estas muy débil, acaba de ceder la fiebre, yo preferiría que te quedarás-  pronunció con voz dulce.
-¿Y desde cuando te intereso?- Quise saber.
-¡oye! Eres la única hermana que tengo... O la única que conozco- reflexionó para sí.
año necesito ayuda de nadie- conteste con desden e intente levantar me pero mis piernas se desequilibraron y Vincent me atrapo en el aire cuando caía.
-Si, ya sé que eres independiente. Espera a que te recuperes y yo mismo te llevaré a verlo ¿De acuerdo?- pregunto aun sabiendo que no me quedaba alternativa.
-De acuerdo- consenti. Me quede callada y me recarge contra la pared, luego Vincent me abrazó y me recargo en su hombro. Me hubiese movido de no ser porque me quede dormida casi de inmediato.