Cuando amaneció pensé que sería un día como cualquier otro, fui
a trabar a la cantina y ahí me encontró...
-María de Correnche- voltee a ver al hombre que
se sentaba en la mesa que limpiaba.
-¿Que le sirvo?- pregunte sin reconocerlo, era un hombre
alto y robusto.
-Me gustaría invitarte a salir- Dijo extendiendo una hoja
blanca y perfectamente lisa en la mesa, yo mire la hoja y luego lo mire a él
antes de responder.
-Salgo en media hora- le dije regresando a la barra, pedí un whisky
y lo deje en su mesa para que me esperara, después de esa media hora él pago su
cuenta y me espero afuera, al verme salir comenzó a caminar y yo lo seguí, él
entro a la habitación de un hotel, yo me cercioré de que nadie observara y
entre tras él.
Él tomó la hoja de papel, la puso sobre una mesa y comenzó a
escribir en ella.
'-Te he buscado durante mucho tiempo, soy Once-' fue la
primer línea que escribió.
'-¿Como me encontraste?-' le escribí yo y él saco de su
bolsillo un encendedor, aquel era él encendedor que venía en la mochila, yo
maldije para mis adentros, María de Correnche lo había dejado tiempo atrás, en
un callejón junto a un hombre que había asesinado.
'-Estoy buscando al resto de nosotros, eres la primera a la
que encuentro-' escribió él mientras yo recordaba aquello.
'-¿Desde cuándo sabes que hay más?-' le pregunte, él se sonrió
y comenzó a sacar uno a uno los encendedores, había quince encendedores en la
mesa.
'-Aun no sé cómo, pero se enteraron de que no hemos muerto y
han comenzado a casarnos-' me escribió mientras yo seguía anonadada con los
encendedores.
'-¿Escuchaste lo del ocaso al sur?-' le pregunte volviendo a
nuestra conversación.
'-Si, así fue como te encontré, María de Correnche buscando
a Lilia, volviste de la nada-' me escribió satisfecho...
Lo pensé un poco, la hoja de papel en blanco perfectamente
lisa era una carta del general, él nunca escribía nada, pero cuando me solía
enviar una carta eso era lo que recibía.
'-¿Hace cuanto que recibiste esta carta?-' le pregunte
dudosa, esa carta era la razón por la que había aceptado acompañarlo, esperaba
que me tuviera información del general.
'-Esta es la nota que recibí la noche de la fiesta, estaba
en mi carruaje-' me extraño leer aquello, conmigo había sido muy distinto.
'-¿Y el encendedor?-' le pregunte intentando atar los cabos
sueltos.
'-También estaba en el carruaje, dentro de una mochila-' me
aseguro, al menos eso había sido igual.
-¿Que hacemos ahora?- Le pregunte pensando en los soldados.
'-Debemos encontrar al resto, partiremos ahora-' escribió y
se aseguro de que lo hubiese leído antes de tomar la hoja y quemarla.
Entonces salimos de la habitación, yo sabía que no tenía
mucho tiempo, necesitaba encontrar rápidamente la forma de comunicarme con
Lilia sin alertar a Once, él fue a pagar su cuenta antes de irnos y para mi
alivio en la recepción me encontró Henry, entonces yo lo bese y lo abrace. Henry,
uno de los personajes de Marc, era el esposo de María, María lo había abandonado
después del asesinato.
Once vio a Henry con asombro, yo los presente y le dije a Once
con la mirada que Henry venia con nosotros. Entramos al coche, Once conducía y yo era él copiloto, María
nunca había sido el tipo de mujer que avisa o pide permiso, así que no me
despedí de Poncho ni nadie, un día había llegado a sus vidas y un día me había
ido... típico en María.
Anduvimos en silencio algún tiempo, hasta que Once se animo a hablar.
Anduvimos en silencio algún tiempo, hasta que Once se animo a hablar.
-Así que.. Has buscado por mucho tiempo a María ¿no?- Cuando
Henry lo vio preguntar por el retrovisor se acerco a nosotros.
-Es una mujer inolvidable- dijo Henry mientras posaba su
mano sobre mi hombro.
-Seguro que ya no te acurdas de mi Henry- comento Once conduciendo
despreocupadamente.
-Para ser sincero si te recuerdo ¿Walas?- preguntó Henry.
-William- aclaro Once.
-¡William! claro- recordó Henry.
Entonces todo llegó a mi mente, Henry me había contado de
William en aquel entonces, un hombre extraño que le había dicho que era mi
hermano, que me había dejado de ver cuando éramos niños y me estaba buscando.
-La encontré antes que tú- comento William con una sonrisa
en los labios.
-Su nombre se corrió por todas partes, me hubiera extrañado
que no la encontraras- le contesto Henry.
Entonces supe que William ya me había pisado los talones una
vez...
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