William salió de la cabaña y le explicamos a él y a Edi lo que
había ocurrido.
-Ya quiero ver como quedo ese lugar -
comento Edi.
-Eso no Edi, basta con esto, nadie más ira a entrenar - dije determinada con voz severa.
- Tú dices eso porque ya fuiste - se quejó Edi cruzando los brazos.
- ve - coincidió William con un ligero movimiento de su cabeza.
- ¡Espera! - grite mientras Edi corría, pero no paro. Voltee a ver a William con ira y le recrimine empujando su pecho con ambas palmas - ¡tú! ¿ que pretendes? ¿De qué se trata todo esto? ¿Cuál es el plan? ¡he! ¿quieres deshacerte de nosotros? ¿eso es lo que quieres? - Leo y Vincent se quedaron al margen, observando atentos sin intención de intervenir.
- calmante - ordeno William tomando mis manos, bufé y me di la media vuelta, pero no podía dejarlo pasar, no podía permitir que jugara con nosotros así, me iría, estaba harta de todo esto.
-Eso no Edi, basta con esto, nadie más ira a entrenar - dije determinada con voz severa.
- Tú dices eso porque ya fuiste - se quejó Edi cruzando los brazos.
- ve - coincidió William con un ligero movimiento de su cabeza.
- ¡Espera! - grite mientras Edi corría, pero no paro. Voltee a ver a William con ira y le recrimine empujando su pecho con ambas palmas - ¡tú! ¿ que pretendes? ¿De qué se trata todo esto? ¿Cuál es el plan? ¡he! ¿quieres deshacerte de nosotros? ¿eso es lo que quieres? - Leo y Vincent se quedaron al margen, observando atentos sin intención de intervenir.
- calmante - ordeno William tomando mis manos, bufé y me di la media vuelta, pero no podía dejarlo pasar, no podía permitir que jugara con nosotros así, me iría, estaba harta de todo esto.
Comencé a caminar colina abajo, después de
una hora mi coraje se ido y el sueño comenzaba a dominar me, no sabía cuánto
tiempo había dormido la noche anterior, pero sabía que aquel no era el mejor
lugar para descansar, mire las ramas de los arboles esperando que alguna
pudiera darme cobijo, debía ser el cansancio pero todo comenzaba a darme vueltas,
los verdes de las hojas se mezclaban con el azul del cielo, entonces entendí
que estaba en problemas.
-¡Vicent!... - grite aturdida, sin saber
si seguía fe pie o había caído al suelo - ¿Leo? - pregunte cerrando los ojos
para calmar mi mareo - William - pronuncie perdiendo la conciencia.
-¡Esta despertando! ¿estás bien? - Vincent
sostenía mi mano, abrí y cerré los ojos un par de veces antes de reaccionar por
completo.
-¿Vincent? - pregunte mirándolo a los ojos.
- aquí estoy Atardecer, ya estás bien, no te preocupes de nada - dijo apresuradamente y beso mi mano. Voltee al otro lado, todos se habían acercado.
- ¿qué paso?- pregunte mirándolos - ¿qué es esa peste? - pregunte tapándome la nariz.
- No, no , no, no - me reprendió Vincent mientras se apresuraba a destapar mi nariz - aun lo necesitas - Mire la mano que había utilizado y note que me había embarrado con algo asqueroso.
- ¿pero qué...? - pregunte levantando me, quería limpiarme de inmediato pero Vincent me sujeto y me acerco a él en volviendo e con sus brazos.
- No te dejare limpiar hasta que Grandulon me diga que es seguro - Voltee a ver a Grandulon que se había sentado a un lado de la cama.
- No sé cuánto tiempo estuviste expuesta, será mejor tomar precauciones - contesto apenado, yo arrugue las cejas, no entendía a que se refería.
- Iba a paso rápido, tomando en cuenta la distancia a la que la encontré, yo diría que ente 15 y 30 minutos - aseguro Leo.
- mmmm está bien, puedes limpiarte, pero si te sientes mal no dudes en avisar me -
-¿Vincent? - pregunte mirándolo a los ojos.
- aquí estoy Atardecer, ya estás bien, no te preocupes de nada - dijo apresuradamente y beso mi mano. Voltee al otro lado, todos se habían acercado.
- ¿qué paso?- pregunte mirándolos - ¿qué es esa peste? - pregunte tapándome la nariz.
- No, no , no, no - me reprendió Vincent mientras se apresuraba a destapar mi nariz - aun lo necesitas - Mire la mano que había utilizado y note que me había embarrado con algo asqueroso.
- ¿pero qué...? - pregunte levantando me, quería limpiarme de inmediato pero Vincent me sujeto y me acerco a él en volviendo e con sus brazos.
- No te dejare limpiar hasta que Grandulon me diga que es seguro - Voltee a ver a Grandulon que se había sentado a un lado de la cama.
- No sé cuánto tiempo estuviste expuesta, será mejor tomar precauciones - contesto apenado, yo arrugue las cejas, no entendía a que se refería.
- Iba a paso rápido, tomando en cuenta la distancia a la que la encontré, yo diría que ente 15 y 30 minutos - aseguro Leo.
- mmmm está bien, puedes limpiarte, pero si te sientes mal no dudes en avisar me -
En cuanto lo dijo Vinvent me soltó, yo
quería saber de qué se trataba todo eso, pero quería mas quitarme esa peste de
encima... Salí de la habitación y Vincent salió tras de mí, me fui limpiando
con las manos la nariz por el camino, llegando Vincent tomo agua de la pileta y
me ayudó a limpiarme. Pero tenía aquel aroma impregnado en la nariz y por más
que me limpie ni pude evitar olerlo - ¡qué asco! - me queje en voz alta -
regresemos- le dije a Vincent resignada a que no lograría quitarme aquella
peste de momento.
Los demás habían salido de la habitación y
estaban sentados en el comedor y la sala, aunque cabe aclarar que sala consistía
de u a banca de madera y nada más y el comedor era de una mesa, dos sillas y
dos bancos, igualmente de madera, que habían sido recientemente añadidos para
nosotros.
- ¿bien? - pregunte entrando con Vincent
detrás de mí.
- Grandulon - le cedió la palabra William, Grandulon me miro, vacilo, y luego movió los labios como si fuera a hablar pero no lo hizo.
- Te intoxicaste - comenzó Leo - no sé porque caminaste hacia allá ¿que no te fijaste a donde ibas? -
- Iba de regreso a la ciudad ... - comencé a recordar, en realidad sólo tome camino, estaba molesta y muy ensimismada - supongo que no me fije ¿a donde fui? - Todos voltearon a ver a Grandulon esperando que contestara mi pregunta, él se removió en la banca un momento luego se levantó y se metió a su recamara. Vincent y me llevo a la banca.
-¿has escuchado las historias de la peste? - pregunto Vincent centrado junto a mí, sosteniendo aun mi mano y yo asentí - ... Bueno Edi es la peste... - asentí nuevamente, eso ya lo sabía, el tomo una bocanada de aire lentamente...
- ¡fuiste al baño de Edi! ¿por qué les cuesta tanto trabajo decirlo? ¡carai! - exclamo Leo exasperado - Edi hace un montón de cosas raras, una de esas es toxica y tú te expusiste a ella, yo fui por ti, te traje y Grandulon te embarro la cara de otro tipo de mierda que contrarresta las toxinas - explico Leo rápidamente deseando dar por terminada la conversación.
- ¡que! - exclame levantándome.
- Era necesario para que te pusieras bien - se disculpo Vincent, me calme y en un tono más cordial le agradecí, volví a sentarme.
- ¿cómo me encontraste? - le pregunte a Leo.
- No fue tan difícil, hacías mucho ruido, reías, llorabas, pataleabas, estabas frenética - Leo se río burlonamente.
- ¿tú no te intoxicaste? - Le pregunte preocupada.
- apenas estuve ahí ¿recuerdas el remolino? Lo uso para ganar tiempo - dijo despreocupado.
- si se intoxicó, pero se recupero más rápido que tú - me aseguro Vincent y le lanzó una mirada notas a Leo, quien no se inmutó y yo no entendí lo que significaba así que preferí hacer caso omiso de ello.
- Creí que habías caminado a la ciudad de no ser por el comentario de Vincent nadie habría ido a buscarte- me reprocho William y voltee a ver a Vibcent agradecida.
- paso mucho tiempo y no regresabas así que te dije que iría por ti- comento Vincent.
- Le conteste que la ciudad te cambiaría el humor y ya regresarias después - continuó William.
- entonses le hice saber que no habías ido rumbo a la ciudad, cuando supo el canino que habías tomado envió a Leo por ti- concluyo Vincent.
- Gracias - le dije a William con humildad mirándolo a los ojos y él asintió.
- Grandulon - le cedió la palabra William, Grandulon me miro, vacilo, y luego movió los labios como si fuera a hablar pero no lo hizo.
- Te intoxicaste - comenzó Leo - no sé porque caminaste hacia allá ¿que no te fijaste a donde ibas? -
- Iba de regreso a la ciudad ... - comencé a recordar, en realidad sólo tome camino, estaba molesta y muy ensimismada - supongo que no me fije ¿a donde fui? - Todos voltearon a ver a Grandulon esperando que contestara mi pregunta, él se removió en la banca un momento luego se levantó y se metió a su recamara. Vincent y me llevo a la banca.
-¿has escuchado las historias de la peste? - pregunto Vincent centrado junto a mí, sosteniendo aun mi mano y yo asentí - ... Bueno Edi es la peste... - asentí nuevamente, eso ya lo sabía, el tomo una bocanada de aire lentamente...
- ¡fuiste al baño de Edi! ¿por qué les cuesta tanto trabajo decirlo? ¡carai! - exclamo Leo exasperado - Edi hace un montón de cosas raras, una de esas es toxica y tú te expusiste a ella, yo fui por ti, te traje y Grandulon te embarro la cara de otro tipo de mierda que contrarresta las toxinas - explico Leo rápidamente deseando dar por terminada la conversación.
- ¡que! - exclame levantándome.
- Era necesario para que te pusieras bien - se disculpo Vincent, me calme y en un tono más cordial le agradecí, volví a sentarme.
- ¿cómo me encontraste? - le pregunte a Leo.
- No fue tan difícil, hacías mucho ruido, reías, llorabas, pataleabas, estabas frenética - Leo se río burlonamente.
- ¿tú no te intoxicaste? - Le pregunte preocupada.
- apenas estuve ahí ¿recuerdas el remolino? Lo uso para ganar tiempo - dijo despreocupado.
- si se intoxicó, pero se recupero más rápido que tú - me aseguro Vincent y le lanzó una mirada notas a Leo, quien no se inmutó y yo no entendí lo que significaba así que preferí hacer caso omiso de ello.
- Creí que habías caminado a la ciudad de no ser por el comentario de Vincent nadie habría ido a buscarte- me reprocho William y voltee a ver a Vibcent agradecida.
- paso mucho tiempo y no regresabas así que te dije que iría por ti- comento Vincent.
- Le conteste que la ciudad te cambiaría el humor y ya regresarias después - continuó William.
- entonses le hice saber que no habías ido rumbo a la ciudad, cuando supo el canino que habías tomado envió a Leo por ti- concluyo Vincent.
- Gracias - le dije a William con humildad mirándolo a los ojos y él asintió.