Al día siguiente William se adelanto con Ocho y Brad, yo regrese
al Mercado , para deshacerme del reloj de Ocho, apenas lo vendí salí con discreción
y fui en su encuentro, ellos seguían en casa del grandulón pero no había ni
rastro de él, supuse que aun no había regresado a casa, William quiso aprovechar
el espacio para una pequeña demostración, yo les pedí que se alejaran un poco e
hice a un árbol temblar, Ocho subió a otro e hizo a todas las aves de este
caer.
-También tú- le pidió William a Brad.
-Pero...- Quise intervenir pero William pe callo alzando una mano y volvió a mirar a Brad.
-Aísla el resto de los sonidos, concéntrate ¿escuchas aun el latir de esas aves?-Le pregunto William a Brad señalándolas aves del suelo que Ocho había hecho caer. Brad espero un minuto antes de contestar.
-¡Sí!- Dijo Brad al fin -lo escucho- William señalo al cielo cuando una parvada cruzó en el cielo, Brad voltee a ver asombrado y rio, me parece que esa fue la primera vez que escucho su propia risa, volteo a vernos y me hizo una señal que significaba todo saldrá bien, entonces yo le sonreí.
William me animo a hacerlo con un gesto afirmativo con la cabeza, sabia lo yo que tenía en mente.
-¿Marc?- pregunte viéndolo ilusionada, él corrió a abrazarme, era la primera vez que me escuchaba decir su nombre.
-¿Marc?- pregunto Ocho curioso, ya que William no había tenido la educación de presentarnos.
-No sabemos su número, creemos que es quince- Respondió William evadiendo la intensión de Ocho. Marc se separo de mi y se acerco a Ocho.
-Mucho gusto ¿y tú cómo te llamas?- Saludo Marc a Edi, haciendo a un lado el comentario de William.
-Me dicen Edi- contesto Edi estrechando la mano de Marc.
-Escuchen tienen que entrenar más arduo!- Los interrumpió William.
William y Marc intercambiaron palabras en sus mentes, no sé por qué razón, pero me disgusto, supongo que me puse algo celosa, ya que ese tipo de comunicación privada ya no era exclusiva de Marc y yo.
-Shhh- nos advirtió Edi que guardáramos silencio. Entonces advertimos que había alguien en los alrededores.-¿Grandulón? está bien, son amigos- le dijo Edi a alguien escondido cerca de la casa. -¡agáchense! todos en cuclillas- nos ordeno Edi, Todos nos agallamos en cuanto lo dijo, aunque yo no entendí la razón, de entre los arboles salió una persona inmensa y desde la posición en que me encontraba me pareció que duplicaba mi estatura. -Ellos también son ocaso, este es Once- Dijo señalando a William -me dio esto- dijo sacando el encendedor de uno de sus bolsillos, el grandulón lo tomo y lo observó, en sus manos el encendedor lucia más pequeño, luego gruño y lo guardo en su bolsillo.
-Ellos no parecen ocaso- Acuso el grandulon con su gruesa voz.
-Tampoco yo ¿no es así? todos me toman por un niño- Grandulon gruño de nuevo viendonos desconfiadamente.
-Que lo prueben- Ordeno molesto. William se levantó limpiando la tierra de sus pantalones.
-Si me lo permites yo primero- comenzó William brevemente -tengo la habilidad de ver el pensamiento, por eso se que nos has estado observando desde que llegamos y que conoces nuestros talento- expuso William más bien para nuestro conocimiento.
-¡Escuchar no es un talento!- reprendió el grandulón mirando a Marc intimidante.
-Lo es si lo puedes hacer a voluntad- le asevero William al grandulón y luego se volteo ver a Marc -descuida, ya encontrare como usarlo como ventaja- le prometió William a Marc dedicándole una mirada cálida. -disculpa que te hallamos infortunado- se disculpo William con el grandulón mirándolo nuevamente. -creo que unidos somos más fuertes- se explico William -Sabes bien que seguirán buscándonos- comento secamente.
El grandulón bufo, pero asintió con la cabeza y William nos hizo seña de levantarnos, cuando me levante me di cuenta de que no duplicaba mi estatura pero si me superaba por casi de dos cabezas.
-¡Bien!- sentencio el grandulón -pueden quedarse- accedió.
-¡Te extrañe viejo!- dijo Edi feliz mientras abrazaba al grandulón.
-y yo a ti- fue la contestación del grandulón mientras abrasaba con su brazo izquierda al pequeño Edi y le alborotaba su abúndate cabello negro con la otra.
-¿Te vas?- me pregunto William, supuse que lo preguntaba en voz alta para informar a los demás.
-Mi personaje debe salir de escena, diré que me mudare o algo, que seguiré rodando.
-No creo que haga falta, mejor que vaya Brad y que traiga sus libros, necesita dedicarse a estudiar- De pronto lo entendí, William me había pedido que liquidara la cuenta de mi habitación, y ahora sabia porque. -Brad deja pagado hasta el jueves, pero saca todas tus cosas, así abra un desfase de tiempo entre nuestras salidas- Le pidió William y Brad asintió.
-¿Quieres que traiga algo tuyo?- le pregunto mientras yo meditaba como reaccionar a aquello.
-No gracias, ya me he encargado de eso, ve con calma, regresa mañana y no dejes que nadie te siga- pidió William relajado. Brad asintió, se apresuro a despedirse de mí, me abrazo y beso mi mejilla.
-Estaré bien- Me prometió Marc.
Sabía que William nos estaba separando por alguna razón, solo que no entendía porque Marc accedía sin más. El tiempo avanzo lentamente mientras veía con tristeza como Brad partía, me pregunte si el se había sentido de esa forma cuando yo fui a la guerra, porque de alguna forma supe que no regresaría al día siguiente.
-También tú- le pidió William a Brad.
-Pero...- Quise intervenir pero William pe callo alzando una mano y volvió a mirar a Brad.
-Aísla el resto de los sonidos, concéntrate ¿escuchas aun el latir de esas aves?-Le pregunto William a Brad señalándolas aves del suelo que Ocho había hecho caer. Brad espero un minuto antes de contestar.
-¡Sí!- Dijo Brad al fin -lo escucho- William señalo al cielo cuando una parvada cruzó en el cielo, Brad voltee a ver asombrado y rio, me parece que esa fue la primera vez que escucho su propia risa, volteo a vernos y me hizo una señal que significaba todo saldrá bien, entonces yo le sonreí.
William me animo a hacerlo con un gesto afirmativo con la cabeza, sabia lo yo que tenía en mente.
-¿Marc?- pregunte viéndolo ilusionada, él corrió a abrazarme, era la primera vez que me escuchaba decir su nombre.
-¿Marc?- pregunto Ocho curioso, ya que William no había tenido la educación de presentarnos.
-No sabemos su número, creemos que es quince- Respondió William evadiendo la intensión de Ocho. Marc se separo de mi y se acerco a Ocho.
-Mucho gusto ¿y tú cómo te llamas?- Saludo Marc a Edi, haciendo a un lado el comentario de William.
-Me dicen Edi- contesto Edi estrechando la mano de Marc.
-Escuchen tienen que entrenar más arduo!- Los interrumpió William.
William y Marc intercambiaron palabras en sus mentes, no sé por qué razón, pero me disgusto, supongo que me puse algo celosa, ya que ese tipo de comunicación privada ya no era exclusiva de Marc y yo.
-Shhh- nos advirtió Edi que guardáramos silencio. Entonces advertimos que había alguien en los alrededores.-¿Grandulón? está bien, son amigos- le dijo Edi a alguien escondido cerca de la casa. -¡agáchense! todos en cuclillas- nos ordeno Edi, Todos nos agallamos en cuanto lo dijo, aunque yo no entendí la razón, de entre los arboles salió una persona inmensa y desde la posición en que me encontraba me pareció que duplicaba mi estatura. -Ellos también son ocaso, este es Once- Dijo señalando a William -me dio esto- dijo sacando el encendedor de uno de sus bolsillos, el grandulón lo tomo y lo observó, en sus manos el encendedor lucia más pequeño, luego gruño y lo guardo en su bolsillo.
-Ellos no parecen ocaso- Acuso el grandulon con su gruesa voz.
-Tampoco yo ¿no es así? todos me toman por un niño- Grandulon gruño de nuevo viendonos desconfiadamente.
-Que lo prueben- Ordeno molesto. William se levantó limpiando la tierra de sus pantalones.
-Si me lo permites yo primero- comenzó William brevemente -tengo la habilidad de ver el pensamiento, por eso se que nos has estado observando desde que llegamos y que conoces nuestros talento- expuso William más bien para nuestro conocimiento.
-¡Escuchar no es un talento!- reprendió el grandulón mirando a Marc intimidante.
-Lo es si lo puedes hacer a voluntad- le asevero William al grandulón y luego se volteo ver a Marc -descuida, ya encontrare como usarlo como ventaja- le prometió William a Marc dedicándole una mirada cálida. -disculpa que te hallamos infortunado- se disculpo William con el grandulón mirándolo nuevamente. -creo que unidos somos más fuertes- se explico William -Sabes bien que seguirán buscándonos- comento secamente.
El grandulón bufo, pero asintió con la cabeza y William nos hizo seña de levantarnos, cuando me levante me di cuenta de que no duplicaba mi estatura pero si me superaba por casi de dos cabezas.
-¡Bien!- sentencio el grandulón -pueden quedarse- accedió.
-¡Te extrañe viejo!- dijo Edi feliz mientras abrazaba al grandulón.
-y yo a ti- fue la contestación del grandulón mientras abrasaba con su brazo izquierda al pequeño Edi y le alborotaba su abúndate cabello negro con la otra.
-¿Te vas?- me pregunto William, supuse que lo preguntaba en voz alta para informar a los demás.
-Mi personaje debe salir de escena, diré que me mudare o algo, que seguiré rodando.
-No creo que haga falta, mejor que vaya Brad y que traiga sus libros, necesita dedicarse a estudiar- De pronto lo entendí, William me había pedido que liquidara la cuenta de mi habitación, y ahora sabia porque. -Brad deja pagado hasta el jueves, pero saca todas tus cosas, así abra un desfase de tiempo entre nuestras salidas- Le pidió William y Brad asintió.
-¿Quieres que traiga algo tuyo?- le pregunto mientras yo meditaba como reaccionar a aquello.
-No gracias, ya me he encargado de eso, ve con calma, regresa mañana y no dejes que nadie te siga- pidió William relajado. Brad asintió, se apresuro a despedirse de mí, me abrazo y beso mi mejilla.
-Estaré bien- Me prometió Marc.
Sabía que William nos estaba separando por alguna razón, solo que no entendía porque Marc accedía sin más. El tiempo avanzo lentamente mientras veía con tristeza como Brad partía, me pregunte si el se había sentido de esa forma cuando yo fui a la guerra, porque de alguna forma supe que no regresaría al día siguiente.