martes, 29 de julio de 2014

Hechos

Henry nos contó que mi antiguo jefe le había marcado a Poncho para avisarle que María había salido con un hombre extraño, así que Lilia había decidido ir a buscarla para cerciorarse de que todo estuviera bien.


-Tuviste muy poco tiempo ¡Vaya que son buenos!- nos alago William, Henry y yo nos sonreímos y nos dedicamos una sonrisa, esa era nuestra profesión. -Hagamos esto, ustedes me enseñan sus tácticas y yo les enseño las mías.



Contarle secretos a William era simple, guardarlos por otra parte era inconcebible, le enseñamos el lenguaje de manos, a leer los labios e incluso algunas tácticas, digamos que las elementales, el nos enseño a interpretar los gestos, las expresiones, los silencios y simultáneamente Henry comenzó a practicar su don pero sin mayor éxito.



William nos conto lo que había averiguado de los demás, nombres, rostros e historias, una de ellas particularmente interesante; Margaret en realidad es bióloga química, uso sus óvulos en los experimentos, ella nunca garantizo resultado alguno, también nos conto sobre otros ocaso.



-Tres; es al que encontraron al sur, era el mas reconocible por su apreciable tamaño, no sé donde se habrá escondido todos este tiempo, supongo que lejos de las ciudades, Ocho; seguro habrán escuchado de él, es el pequeño y apestoso, de él no se mucho pero medirá menos de un metro, Diez; es totalmente inestable, cuando esta de buenas se comporta como una niña malcriada, cuando esta de malas... bueno, esperemos nunca averiguarlo, Diez  no se escapo, sigue con ellos, ellos le temen. Doce; produce oleadas de viento, tiene la potencia de un huracán y Dos que puede crear rayos.



-¿Cómo te enteraste que nos matarían?- le pregunte a William.
-Fue Margaret, ella envío a alguien algunos días antes con la información en la cabeza, así que comencé a investigar tanto como pude, las personas no piensan lo que uno desee que piensen, tuve que ser muy hábil para que no notaran lo que sabía, yo aliste las mochilas, tengo muchos contactos, me cerciore de que las pusieran en lugares convenientes, tenía que parecer que nos habían asesinado, me las arregle para convencer a algunos asesinos dándoles la información necesaria para que cobraran su recompensa, con eso ganamos algo de tiempo, no todos fueron invitados a aquella fiesta, solo Ustedes, Tres, Doce y yo.


No supe que también yo estaba en peligro hasta que vi la nota del general, entonces fui por ustedes y los envié a las celdas, no tenía tiempo para explicarles y que me creyeran, luego fui por los otros y también los desmaye, nuestra una única oportunidad era huir por separado, luego volví a encontrarme con un contacto, cuando lo encontré estaba muriendo, traía consigo el encendedor de Diez y lo último que cruzo por su mente fue 'Aléjate de ella'- Dijo William y tan solo con sus palabras sentí como un escalofrió recorría mi espalda.

domingo, 27 de julio de 2014

Insomnio

Habíamos rentado dos camas en una habitación, nunca había intimado con Marc pero ahora que sabía que de verdad éramos hermanos preferí dormir sola, aunque no pude dormir, era inútil intentar no pensar en los últimos años, en todos los años en realidad y lo peor era que todo aquello que todo aquello cruzaba por mi mente estaba al alcance de William, tenía que salir de esa habitación.

María camino entre las calles desiertas, tener un personaje puesto me hacía invariablemente actuar con su personalidad, saque unos cigarros y encendí el primero, no había fumado desde la última vez que fui María, pero María necesitaba un cigarro ahora, las apariencias no servían de nada   con William, debía encontrar un punto ciego... ¡Marc! Marc debía poder bloquearlo a él como bloqueaba el sonido, tire el cigarro y me dispuse a volver, gire y William estaba detrás de mí, no lo había notado, no sabía cuánto tiempo llevaba ahí... y entonces lo supe.

-¡Fuiste tú!- Lo acuse, el debía haber sido esa persona hábil que nos noqueo a Marc y a mí antes de llegar a aquella fiesta años atrás.
-Sí, escucha, para que esto funcione debemos confiar los unos en los otros, esa es la única forma- me aseguro.
'¿Tú nos salvaste la vida?' pensé y el asintió.

-sabes mucho más de lo que has dicho ¿no es así? no nos lo dirás hasta que confíes en nosotros y eso será cuando nosotros confiemos en ti...- deje los hilos de mis pensamientos seguir, él tenía que ser nuestro aliado, sabía demasiado para que fuera de otra forma 'los secretos unen a las personas' pensé, así que nosotros éramos hermanos también, y con eso en mente él me abrazo y beso mi frente.

sábado, 26 de julio de 2014

Confesión

-Hay algo que debo confesarte- Dijo Henry haciendo una larga pausa antes de proseguir -Algunas veces logro oír, no sé cómo, ha pasado muy pocas veces pero el sonido me resulta agobiante- dijo Henry confundido.
-¿Crees que puedas controlarlo? Porque nunca lo dijiste antes?- pregunte confundida, yo creía que no había secretos entre nosotros.
-Parecía una locura, no estaba seguro de ello...- Dijo meditando la idea.
-Creo que deberías comenzar a entrenar- lo anime.
-¿Qué número soy?- se pregunto en voz alta.
-No lo sé, yo supongo que el quince, nadie sabe lo de tu don, mantengámoslo en secreto- le sugerí.
-De acuerdo- acepto encantado.

Henry era uno de los pocos personajes de Marc que era sordo, lo que era una ventaja aquí porque William se habría dado cuenta pronto de haberlo ocultado, habíamos encontrado distintas formas de cubrir la sordera de Marc con otros personajes.

-¿Cuál es tu don?- Le pregunte a William después de haberlo hecho pasar, él se sentó en la cama junto a Henry antes de responder mientras yo le veía de frente intrigada.
-Puedo ver tus pensamiento- hizo una breve pausa para sonreírme mientras yo alzaba una ceja y continuo -no es útil en medio de una pelea pero si lo es para trazar estrategias, formar alianzas, hacer tratos y cosas de esa índole, yo acompañaba a firmar los tratos, les decía quienes se habían rendido y quienes no, quienes eran amigos y quienes enemigos, por eso siempre supe de nosotros.- Hizo otra pequeña pausa para ver a Henry -No mentí- le afirmo -somos hermanos María- Me dijo solemne -De cierta forma lo somos, somos hijos del mismo experimento-En ese momento todas las imágenes de lo que había sido mi infancia cruzaron por mi mente -En algo tienes razón- Me aseguro -el General es tu padre, usaron sus genes, pero nuestra madre no esta muestra, ya la conociste, ¿recuerdas a Margaret? tu asistente de imagen, creo que quería verte una última vez antes de partir.


Quise recordar a aquella mujer que había visto hacía tanto tiempo pero no lo logré, simplemente todo lo que yo había creído de mi pasado era falso.